Un olor, un sabor, un ruido, una pequeña y a veces desconocida cosa como esas, te hacen retroceder años en el pasado, formando tu propia maquina del tiempo. Llevandote a momentos inolvidables, a momentos olvidados pero estupendos, o incluso haciendote vivir de nuevo esa pesadilla que vivistes y que intentaste olvidar. Es increible como algo tan diminuto, algo que parece inexistente y que se nos vuelve importante en el momento que nos recuerda a algo, pueda hacernos vivir momentos de la vida que jamas hubieramos pensado volver a vivir.
Esa pelicula inolvidable que fuiste a ver con tus amigos, que cada vez que escuchas su nombre, te traslada a antaño; esa canción que una vez tu novio te dedicó; ese olor a comida casera que se preparaba cada año en tu casa por navidad, y que te lleva a momentos inolvidables con la familia; o un lugar que te recrea el momento mas feliz de tu vida.
Cualquier cosa de esta vida te puede llevar a momentos que jamas hubieras pensado que podrias olvidar y que con el tiempo se han ido borrando de tu cabeza.
Esa maquina de tiempo que te lleva a donde ella quiere, sorprendiendote, sin preguntarte si es lo que realmente quieres. La maquina del tiempo humana, que aguarda en nuestro interior, y voga por ser liverada de su prisión.
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